martes, 23 de septiembre de 2025

Proyectos

 Continuamente estoy pensando qué quiero hacer, más o menos cómo voy a hacerlo, y rápido resuelvo avanzar. El otro día me junté con un amigo con el que siempre queremos organizar algún proyecto y nunca se alinean los planetas. Se ve que las ganas están, porque nos seguimos juntando a presentar ideas, discutir, compartir definiciones del presente, etc. Caricaturizadas, las posiciones que no se encuentran son que él planifica eternamente y yo comienzo proyectos sin considerar el horizonte de futuro. 

La conversación es más compleja, pero no es el punto relevante de esta entrada. Más vale es un ejemplo de cuánto me copa esto de "hacer", y qué difícil es llevarlo a cabo sostenidamente. Difícil porque 1) es amplio por un lado, pero por el otro 2) a veces faltan estímulos. 

1) La amplitud es bastante obvia: "hacer" para mí puede significar cualquier proyecto relacionado con la producción artística o intelectual, sea escribir poemas o ensayos o hacer una revista, newsletter, editorial, etcétera. Esas son para mí las dos dimensiones del hacer en su versión simple, y cada una tiene sus características particulares. Comparten que ambas toman mi tiempo y mi atención. 

2) Faltan estímulos en el siguiente sentido: por ahí hacés un newsletter y no lo lee nadie. O nadie te responde o a nadie le sirve. Lo mismo aplica a cualquiera de los otros soportes. O que no guste o que no pueda sostenerse. En este momento de mi vida (y espero que dure hasta morirme) desenganché la idea de "hacer" de la expectativa de ganar plata. Un ejemplo son los libros de nuestra editorial, que son baratos porque alcanzan sencillamente para cubrir futuras ediciones. Nunca pedí dinero por el newsletter ni lo haría: más allá de que me parece un horror mendigar, no me parece que se tengan que cobrar los servicios creados en internet con cero costo. Habrá gente que lo haga profesionalmente y lo haga bien, pero no me interesa ser el caso. 

Toda esta introducción es para dar una explicación, aunque sea escueta, del presente de este blog: es un espacio hospitalario con el hacer. Acá puedo subir un poema, una traducción, o lo que sea que estoy escribiendo en un momento sin ningún problema. Puedo hacer pruebas sin planificar. Puedo escribir seguido o no tanto, pero ahora mi idea es hacerlo más. 

Un ejemplo son las crónicas que había pensado y originalmente iban a salir en Revista Soja. La primera, Mi último bar, de hecho salió ahí. Después se hizo obvio que mi voluntad de publicar semanalmente no se adecuaba a los tiempos de la revista, así que la segunda sobre la violencia y la tercera sobre mi papá salieron directamente acá. Seguramente así siga sucediendo con las próximas. La idea de las crónicas es ejercitar cierta escritura rápida dedicada a mi experiencia en la ciudad como treintañero sociable.

Por otro lado me reencontré con ese textito que se llama Interior c/chica, que era originalmente un largo poema sobre un encuentro amoroso --como la mayoría-- poco tradicional. Por recomendación de un poeta-amigo lo volví a escribir en prosa, porque el estilo era muy delirante y obsesivo y no se entendía una mierda. En prosa tampoco se entiende mucho quizás, pero es más fluido y se forman esos lingotes que me gustan. Mi idea es ir revisándolos y subiéndolos de uno, serán unos veinticinco. 

Todo este largo rodeo para contar que vuelvo un poco al blog, a probar cosas y a compartir en tiempo real lo que se me escapa de las publicaciones más ordenadas y colectivas. 

¡Ah! Hablando de eso: ordenada y colectivamente va a salir un artículo largo sobre poetas actuales en la revista amiga Los años 20, en su segundo número. Por eso también no escribí crítica de poesía por bastante tiempo. Me tomó su tiempo y concentración, pero me ayudó mucho a ordenar un pensamiento sobre lo que me interesa de varios textos que fueron saliendo en estos últimos años, y sus relaciones con generaciones anteriores. Con ese artículo ya terminado, quizás haya espacio ahora para volver a sacar reseñas en el HP como hacía el año pasado. 

Eso, nos leemos espíritus. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario